Vivimos en un mundo en el que se pueden crear diez nuevos clientes potenciales con una recomendación en LinkedIn o enviando un simple email desde una base de datos. Nuestros negocios no pueden vivir de espaldas a la tecnología, y las circunstancias actuales nos han obligado a coger velocidad y acelerar el proceso de transformación digital del que tanto se está hablando.
La digitalización del puesto del trabajo implica el desarrollo de una infraestructura ágil que garantice el acceso a todas las herramientas corporativas desde cualquier punto y en cualquier momento. Los departamentos de IT se enfrentan hoy al reto de conseguir que aplicaciones y datos corporativos puedan utilizarse de manera eficiente en dispositivos corporativos y no corporativos mientras se garantiza la seguridad de los mismos. Para lograrlo, desde nuestra experiencia, podemos asegurar que un Soporte Digital Workplace integral es crucial. Un soporte que parta de la experiencia del usuario en el Virtual Desk, y que funcione garantizando la seguridad y protección de nuestros sistemas a través del Secure Desk.
Podríamos correr el riesgo de pensar que estas circunstancias solo apremian a compañías cuya gestión y desarrollo comercial son altamente dependientes de la tecnología. Sin embargo, en una actualidad marcada por la urgente necesidad de adaptarnos al mundo digital, el buen funcionamiento de nuestras infraestructuras y sistemas se convierte en un asunto prioritario para ganar y mantener la competitividad de nuestro negocio.
En este sentido, la pandemia del Coronavirus nos ha enseñado bastantes lecciones empresariales, una de ellas es que la ubicación física del trabajador y sus dispositivos no es un punto tan crítico, siempre y cuando se cuente con infraestructuras ágiles y herramientas innovadoras que permitan desarrollar el trabajo con garantía y seguridad.
¿Qué cualidades principales debe contener un adecuado Virtual Desk?
Herramientas adecuadas para el trabajo en remoto. Soluciones móviles que garanticen la productividad al mismo nivel que desde el centro de trabajo.
Conexiones ágiles entre estas herramientas de trabajo virtuales y las aplicaciones centrales del negocio.
Herramientas de comunicación centralizadas que sincronicen la colaboración online y offline, incluyendo correos, mensajería instantánea y otras vías de comunicación.
BBDD que recopilen datos y ejecuten análisis para encontrar oportunidades de mejora en las metodologías.
Procesos de mejora continua del servicio con el objetivo de aumentar la eficiencia, comunicación y compromiso de los usuarios a los que se da soporte.
Los beneficios que aporta contar con servicios de soporte al puesto de trabajo digital son numerosos. Desde la posibilidad de poder realizar el trabajo donde y cuando se requiera, pasando por una importante reducción de costes, optimizando infraestructuras, espacios y equipamientos, hasta la agilidad que proporciona contactar con cualquier persona en cualquier parte del mundo y, por último, tener acceso a toda la información de forma inmediata.
Del mismo modo, no podemos olvidar que recientes estudios han evidenciado que los trabajadores se sienten más motivados y productivos ante la posibilidad de desempeñar su trabajo de forma remota y flexible, lo que convierte al escritorio virtual en un elemento diferenciador y atractivo para captar y retener el mejor talento para nuestro negocio.
En definitiva, la digitalización del puesto de trabajo es un tren de alta velocidad que ya no se detendrá. Para todos los que se suban a él puede convertirse en un elemento diferenciador de su empresa, que potenciará su productividad y que, sin duda, atraerá y fidelizará el talento de su compañía. Confía en profesionales con una larga trayectoria en el desarrollo de proyectos tecnológicos para ponerla en marcha y ayudarte a no perder el tren de la competitividad.
Comments