Rocío Martínez
Subdirectora General de Irium
Es normal. Todas las personas en muchos momentos a lo largo de nuestra vida sentiremos miedo. Es algo adaptativo, es una emoción que nos permite reaccionar y ponernos en acción ante un peligro que nos asalta.
El ser humano tiende a buscar la seguridad y el control, es el sistema que guardamos en nuestro ADN como mecanismo de supervivencia. Aprendemos comportamientos que fueron útiles en situaciones anteriores y los repetimos para sentir que podemos controlar lo que nos sucede. Esto es innato, subconsciente, en algunos casos perceptible pero habitualmente es algo que hacemos sin darnos cuenta.
La situación actual ha desbaratado todo, ha irrumpido como un tsunami desmontando nuestra percepción de control, desordenado nuestras costumbres y sobre todo nos ha puesto cara a cara con la realidad de nuestra debilidad como ser vivo. Pasamos gran parte de nuestro tiempo estableciendo rutinas que nos dan una percepción de regularidad, de falso control en definitiva, y pensamos que la repetición de situaciones y conductas que nos son familiares son garantía de que obtendremos los mismos resultados, es decir, que todo irá bien.
Este proceder tiene una fundamentación de supervivencia y todos los seres lo aplican. Es lo que en definitiva nos permite gestionar el miedo para centrar nuestras energías en lo que verdaderamente importa y nos permite avanzar. Por tanto, lo que ha llevado a nuestra especie a ser la más sorprendente criatura en la tierra, es su capacidad de adaptación y resiliencia.
Ahora toca reaprender y recuperar esa confianza perdida, ser capaces de gestionar las emociones, para volver a centrar nuestras energías en avanzar y disfrutar de la vida. Podemos hacerlo.
En el fondo todos sabemos que la vida es azar y riesgo. Afortunadamente, hoy en día disponemos de profesionales con amplio conocimiento avanzado en disminuir la activación fisiológica, modificar pensamientos negativos y creencias erróneas y en enseñarnos estrategias de regulación emocional así como multitud de redes de apoyo con las que enfrentarnos a ello. Algunos de los consejos que estos profesionales nos dejan, para mitigar esas emociones desagradables (pero adaptativas, como el miedo) y esos sentimientos de inseguridad y lograr adaptarnos a estos cambios, son:
Tratar de mantener el pensamiento en el presente, no adelantarse y no anticiparnos.
Centrarnos en lo que sí podemos hacer. Por ejemplo, aplicar las medidas de protección y seguir las recomendaciones.
Alejar los pensamientos de lo que no podemos controlar o excede de nuestro manejo.
Realizar actividades agradables, que nos ayuden a mejorar nuestro estado de ánimo. Los hobbies o las actividades (físicas o mentales) que requieran concentración son útiles en estos casos, así como la realización de ejercicio físico.
Autocuidado. No abandones el cuidado de la alimentación, higiene y sueño. Puede ser de ayuda establecer un horario con aquellas actividades que deben ser atendidas o que son importantes para ti, facilitando un desempeño diario normal.
Confiar en nuestras capacidades. Tenemos una amplia experiencia como ser humano para adaptarnos a los cambios y sobreponernos a las dificultades. Esta herencia la portamos todos, estamos preparados.
Permítete sentir emociones. Sentir malestar es normal y lógico. No trates de controlar esas emociones puesto que puedes conseguir el efecto contrario e intensificar el malestar. En vez de esto, permítete sentirlas sin juzgarlas. Para ello, una buena estrategia es escribir sobre cómo te sientes o expresar estas emociones a tus seres queridos o fuentes de apoyo.
Hablar de ello, buscar apoyos. Conocer otros puntos de vista y compartir opiniones ayuda a dar perspectiva a los problemas. Lo más importante es que durante este proceso te sientas arropado y acompañado.
I’m afraid to go back to the office
It is common. Everyone will often feel fear throughout their lives. It is something adaptive, it is an emotion that allows us to react and to take action before a danger assaults us.
The human being tends to seek safety and control, it is the system that we keep in our DNA as a survival mechanism. We learn behaviours that were useful in previous situations and repeat them in order to feel that we can control what happens to us. This is natural, subconscious, in some cases perceptible, but it’s usually something we do without realizing it.
This current situation has disrupted everything; it has erupted like a tsunami, scrapping our perception of control, disorganizing our customs and, above all, has brought us face to face with the reality of our weaknesses as a living being. We spend so much of our time establishing routines that give us a perception of regularity, an ultimate false control, and we think that the repetition of situations and behaviours that are familiar to us are a guarantee that we will get the same results each time - that everything will be fine.
This procedure has a foundation based on survival and all living beings apply it. It is what ultimately allows us to manage fear and to focus our energy on what really matters, allowing us to move forward. Therefore, what has led our species to be the most amazing creature on earth is its capacity for adaptation and resilience.
Now it is time to relearn and regain that lost trust, in order to manage our emotions, and to refocus our energy on moving forward and enjoying life. We can do it.
Deep down, we all know that life is unpredictable and risky. Fortunately, today we have professionals with a deep and advanced knowledge of decreasing physiological activation, modifying negative thoughts and erroneous beliefs into teaching us emotional regulation strategies as well as a multitude of support networks to turn to.
Some of the tips that these professionals offer us in order to mitigate those unpleasant, but adaptive emotions (such as fear and those feelings of insecurity) and manage to adapt to these changes, are:
• Try to keep thinking in the present, not to get ahead of ourselves and not to anticipate.
• Focus on what we can do. For example, to implement safety rules and follow recommendations.
• To move thoughts away from what we cannot control or which exceed our management.
• To do enjoyable activities that help us to improve our mood. Hobbies or activities (physical or mental) that require concentration are useful in these cases, as well as physical exercise.
• Self-care. Do not let yourself lose the sense of having a good nutritional balance, hygiene and sleep. It can be helpful to set a schedule with those activities that need to be attended to or that are a priority, making it easier to perform your normal daily activity.
• To trust in our capabilities. We have vast experience as human beings to adapt to change and overcome difficulties. We all have this innate ability - we are prepared.
• Allow yourself to feel emotions. Feeling discomfort is normal and logical. Don’t try to control those emotions, because you can get the opposite effect and intensify the pain. Instead, let yourself feel them without judgement. A good strategy is to write about how you feel or express these emotions to your loved ones or friends to look for support.
• Talking about looking for support, acknowledging other perspectives and sharing opinions helps visualize the problems. The most important thing is that during this process you feel protected and accompanied.
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